Quién me manda a mí...

...meterme en fregaos. En fin, bonachona que es una.

Resulta que me encanta la telefonía móvil en todas sus facetas, a saber: terminales (los más chulos, ¡of course!), tarifas de los diferentes operadores, aplicaciones para móviles, liberación, etc. Claro, una cosa es que me encante y otra que sepa de todo, pero para ayudarme con lo que no sé, tengo una herramienta mágica: Internet. De hecho hay pocas cosas (¿o ninguna?) que no se puedan encontrar en internet.

Por supuesto frecuento el conocido foro de telefonía GSMSpain, además de otro par centrados en dispositivos HTC (HTCmanía y HTCSpain -antes TodoPDAS-). Pues bien, en uno de esos fantásticos foros, descubrí la manera de liberar mi recién adquirida HTC Diamond de Vodafone, además de cambiarle la ROM, la Radio, el splash... vamos, maquearla para que quedara más bonita de lo que es y darle velocidad a los menús, que los de Vodafone son un asco. Para hacerlo, no he necesitado estudiar ingeniería aeroespacial ni nada parecido, simplemente leer mucho y echarle un par... (ya sabemos que siempre al flashear cabe la posibilidad de quedarnos con un pisapapeles)

Total, que uno de mis proveedores del videoclub me ve el aparatejo y se encapricha. Un tio muy majo, pero que no tiene ni idea de telefonía, así que me pregunta cómo la he conseguido, cuánto vale... lo típico. Se lo digo, le cuento el famoso truco del "amago" (famoso en los foros de internet, al menos) y se queda ahí. Esto fué en Agosto. Bien, pues el martes viene y me dice que se ha pillado la Diamond, pero que no se aclara con ella (normal, sobre todo si nunca has tenido una PDA y más táctil, me costó hacerme hasta a mí y eso que estoy todo el dia investigando). Claro, al pobre le dan una Diamond por cambiarse a Vodafone y está tan feliz, hasta que intenta usarla... con la ROM de Vodafone.

Y a mi no se me ocurre nada mejor que decirle que me la traiga, que yo se la pongo fina. ¡A quién se le ocurre! Me la ha traido hoy, y aquí me veis, toda la tarde dándole caña al aparatejo: liberarla, flashearla, meterle el TomTom, copiarle los contactos de la Sim vieja de Orange... A ver, no es que me haya costado mucho (un ratito na más), pero claro, una vez terminado, me he puesto a pensar: ¿qué pasará la próxima vez? Pues qué va a pasar, que o le enseño de dónde saco yo la información y los programas, o me vuelve a tocar la china.

No me importa hacerlo yo (me he ofrecido a ello solita), lo que pasa es que hay un tipo de personas (no hablo de éste chico en concreto) que aún teniendo todas las herramientas a su alcance (en este caso, conexión a internet), prefieren que les saquen las castañas del fuego los demás. Vamos, como lo típico del "amigo/a que entiende de informática", que como seas tú, date por jodido, porque te van a llamar para todo (a mi me ha tocado hasta para mandar un e-mail, no os digo más).

En fin, mañana vendrá a recogerla, y tendré que explicarle lo que he hecho, dónde buscar programas, cómo usar ciertas cosas... hacer un poco de profe, en definitiva.

Eso sí, el pobre no dejaba de decirme que no sabía cómo agradecermelo, y me dejó un paquete de donuts tamaño industrial y tres palmeras rellenas de caramelo (son nuevas) by the face... ¡Verás tú cómo mañana cae otra cosa! ¡Me voy a poner las botas! ¡Así no hay forma humana de mantener la línea!